El Despertar del SID (Parte 2: La traición de un..... amigo???)
En el salon habia una chava que me gustaba mucho; ella era muy timida y callada que incluso rechazó a mas de uno que se le acercaba. Debido a esto y a mi mala suerte yo no le quise ni hablar; pero otra persona si decidió acercársele a pesar de esto.... su nombre era Roberto.
Ya habían pasado unos días desde que le habia puesto el ojo a esta chava. Sin sonar a exageración pero nunca la habia visto siquiera sonreir de tan seria que era; fue algo que me sorprendió mucho que al llegar Roberto a hablarle, no pasaron ni 5 minutos cuando la susodicha ya dibujaba una gran sonrisa en su rostro.
Roberto, con su chamarra de cuero y pantalon de mezclilla, había logrado en minutos lo que en dias no habia pasado.
Ese fué mi primer contacto con Roberto. En ese momento no le di ninguna importancia y olvidé el incidente ya que dias despues esta chava se cambio de escuela y jamas la volvimos a ver.
Transcurrió el tiempo normal hasta que finalmente terminó el primer semestre de la preparatoria.
Debido a que la gran mayoria de los de mi salon se dedicaron al desmadre y al ligue, dieron de baja a casi la mitad de mi grupo.
El grupito popular del que formaba parte el Pato se vio desintegrado completamente. Sus momentos de gloria habian pasado.
Debido a esto, ahora si que todos tuvimos que convivir con todos; por lo que nos juntamos mucho el Pato y yo nuevamente. Tambien platiqué con Roberto un par de ocasiones pero nada reelevante; la verdad era que era un tipo bastante simplon desde mi punto de vista, no lo llegué a conocer a profundidad ya que sinceramente no me interesaba para nada su amistad.
Yo no estaba enterado, pero ya para esas fechas, Roberto ya me habia echado el ojo.
Un dia estabamos jugando basket toda la bola en las canchas; un maestro habia faltado y aprovechamos el tiempo. En eso llego un grupito de 3 chavas y 2 chavos. Se fueron a donde estabamos nosotros para esconderse y que no los cacharan que no habian entrado a clases.
Las chavas eran super desmadrosas y luego luego empezaron a tirar carrilla... a coquetear.
La mas bonita era Marcela; una chava de pelo rojo cortito, bastante inusual en esas fechas... ella empezó a coquetear conmigo.
Yo con una timidez casi absurda me sente a un lado de ella, mas por presión de sus amigas que nada. Me sentia flotando, no lo podía creer, ellas eran muy directas, inmediatamente dijeron que yo le gustaba a su amiga para novio, que si me le aventaba o que onda. Yo me ponía de mil colores, no sabia que hacer, casi me desmayaba de la impresión la verdad.
Roberto y el pato me observaban a lo lejos, entonces el pato se acercó "segun" para hacerme el paro y entrarle al ruedo.
Llego abrazandome y diciendo que era una persona muy chingona y puro verbo, la verdad que llegó nomas para opacarme.
15 minutos depues el que estaba a un lado de Marcela era el y yo volvia a jugar basket con los amigos. Segun el me estaba haciendo el paro.
El pato tenia su novia, no había necesidad de bajarme a esa chava a mi, ya que ademas de todo, segun el me consideraba uno de sus mejores amigos; y aún así, le pidió que fuera su novia.
El muy estupido todavía se acercó para hablarme con la verdad, me dijo que se sentia mal por haberse enamorado de una chava que "segun" era mia pero que las cosas se habian dado asi.
Yo en mi estupidez todavia le dije que prefería verla a ella con un amigo que con un desconocido y que bueno que ese amigo fuera el.
A partir de ese día odié al pato como a nadie y lo consideré mi peor enemigo.
Esa misma tarde los ví besandose en las canchas y yo me fui caminando esa noche llorando de coraje, de tristeza de frustración... llorando a moco tendido. Se sentia bien gacho. Realmente estaba enamorado de Marcela, ella era todo lo que yo no era, sociable, popular abierta buena onda, en fin. Alguien imposible para mí... imposible.
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